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miércoles, 27 de abril de 2011

Capítulo 6.// Conocí a Adam

Me lavé los dientes y me fui a dormir. Como mañana era sábado, no había problema por lo del instituto. Me levanté feliz. Sinceramente me gustaba la nueva vida que se me iba a presentar. Bajé y me hice un bizcocho. Puse en una taza lo siguiente:
·4 cucharadas de harina y 4 de azúcar
·2 cucharadas de ColaCao
·1 huevo
·3 cucharadas de leche, 3 de aceite y 3 de levadura.
Un bizcocho esponjoso y riquísimo al microondas. Lo bañé con un poco de leche. Luego subí a vestirme. Unos vaqueros rotos por todos los lados y una camiseta de Bob Esponja. Me puse unas manoletinas verdes. Aunque la verdad, no sabía qué hacer. Me había levantado pronto, así que me fui a la playa. Me puse mi bikini blanco y cogí una toalla. Había unos cuantos chicos jugando al voleibol. La verdad es que estaban muy buenos. Pero yo había ido a bañarme. A las 12 del mediodía no me apetecía estar achicharrándome al sol, y encima con lo burra que me pondría con los del voleibol. Vale, chistaco. Me metí en el agua que estaba muy fría. Cuando ya llevaba un rato dentro, vi a mi hermana a lo lejos. ¿Qué haría ella aquí? Esperad… Ah sí, ligar. Salí del agua y me envolví en la toalla. Fui donde estaba ella.
-Eh tu.
-Ah, hola Cin.
-Creo que me voy a casa.
-Vale.
-Iz, comemos en media hora, no te entretengas.
-Que sí…
Me fui. Vi a Jake a lo lejos, con su novia. Así que decidí no decir nada y pasar de largo. Supongo que por la tarde él saldría, porque es muy aburrido quedarse en casa comiendo sola. Llegué a casa e Izzy ya estaba allí. Yo no sé si es que corre para dejarme a cuadros o es que yo soy una lentorra. Bueno que llegué a casa y había espaguetis para comer. Mm qué rico. Acabé de comer y subí a mi habitación. Para mi sorpresa, ya estaba llena de muebles.
Estaban mis tablas de surf, skate y snow. Ya sé que no os he hablado de esta etapa mía. Comenzó cuando tenía 10 años. Me encantaba el surf y comencé a tomar clases. Luego me aficioné a la tabla de skate. Es la que más dominada tengo. Y cuando me iba a la nueve con mi padre usaba la de snow. Me puse en el Facebook. Estaba mi mami conectada. Le conté lo que sentía por Jake, y también que a papá le asustaba que usara tampones. Luego a las cinco llamé a Jake.
Pi… pii… piii…
-¿Diga?
-Jake, soy yo.
-Ah, ¿pasa algo?
-¿Sales hoy?
-Eh… no. He quedado con Celeste.
-Ah vale-dije disimulando mi decepción y celos-Si luego sales o algo, llámame al móvil, o búscame en el parque de skaters- dije para impresionarle -Adiós.
-Adiós.
“Mierda” pensé. Supongo que se sorprende que yo sea una de esas chicas skaters. La verdad es que tengo varias facetas. Lo intenté con el ballet, pero no funcionó. A mi hermana sí que le moló. Es más, sigue haciéndolo. Pero es algo que ella prefiere no decir. Me preparé para ir al parque. No iba a ir con pintitas de pija. Me alisé un poco el pelo, porque lo tenía ondulado de la playa, me puse un gorro grande. La parte de atrás del gorro caía por la cabeza. Me pinté la raya de los ojos. Me puse una camiseta blanca y encima una camisa a cuadros roja desabrochada. Los mismos pantalones de por la mañana y unas Vans súper chulas. Cogí mi tabla. Por el camino vi a lo lejos a Jake y a Celeste. Tenía que pasar por su lado, así que para sorprenderlo me subí a la tabla y patiné como mejor se me da. Pasé por su lado y le sonreí:
-Hola-dijo él mientras me alejaba y se queda mirándome.
-¿Quién es?-dijo su novia.
-Una… una amiga de la infancia.
Me alejé y llegué al parque. Me daba un poco de vergüenza hacer mis trucos y tal. Pero veía a la gente caerse y nadie decía nada. Eran inofensivos. Comencé a hacer truquillos, y un chico se fijó en mí. Se llamaba Adam. Era alto, con el pelo largo y hacía BMX. No estaba nada mal. Me invitó a un helado. Cuando tenía que volver a casa él me acompañó. Íbamos por la acera con la bici y el skate haciendo el ganso. Volví a encontrarme con Jake y su novia, pero esta vez estaban en la otra acera y mucho más pegajosos. Yo seguía con Adam. Me miró raro. Esta vez me limité a mirarlo por la rabadilla del ojo. Me di cuenta que no paraba de mirarme con el chico. Llegamos a casa, estábamos en la puerta.
-Bueno, pues ya estamos- dijo él
-Si- fue un si largo y lento. Yo miraba hacia abajo.
-Eh…-me levanto la cabeza desde la barbilla con su mano y me dio un beso.
Luego el chico se fue.

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