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lunes, 25 de abril de 2011

Capítulo 3.// Volví a ver a Jake

-Hijas, si queréis algo solo tenéis que decirlo.
-Claro papá-dijimos al unísono.
Nuestro padre se montó en un coche normal que estaba aparcado más adelante. En cuanto arrancó el coche, nos abrieron la puerta del nuestro a mi hermana y a mí.
-Oiga ¿ahora dónde vamos?-le pregunte al chófer.
-Al aeropuerto, cuanto antes lleguemos mejor.
Tardamos más o menos quince minutos, y mi hermana ya se había tomado dos vasos grande de vodka rojo. Iba… un poco pedo.
-Hermanita, ¿allí no vivía ese amigo tuyo con el que te empachabas?-me pregunto
-Ah, sí. ¿Co... Cómo se llamaba…? ¡Jake! Sí… Me gustaba cuando era pequeña
Han llegado al aeropuerto señoritas
Dijo una voz de máquina, de repente nos abrió la puerta el chófer y estábamos enfrente de una avioneta muy bonita, en la puerta nos esperaba papá. Montamos y tuvimos un buen vuelo. Solo una horita. Llegamos y hacía un calor horrible.
-Hijas, vámonos a casa.
Montamos en un coche que nos llevó a una casa muuuuuuuuuuuuuuy grande. Mi hermana y yo nos quedamos flipando. Pedazo casa tenía.
-Joé, vaya choza tienes eeh-dijo Izzy.
-Izzy, preferiría que en mi presencia no utilizaras ese lenguaje tan coloquial-dijo mi padre
-Perdone don sofisticado…
-Bueno, cambiemos de tema. Hijas, podréis decorar la habitación al gusto. Ah, y no me molestéis mientras trabajo.
-Claro papá-dijimos las dos.
Entramos en una enorme casa y papá se fue directamente a su despacho. Subimos al piso de arriba, y en la puerta de nuestra habitación estaba nuestro nombre. Las habitaciones eran enormes. Y podíamos elegir ese mismo día la decoración y nos la traerían al día siguiente. Elegí la decoración, sencilla, nada del otro mundo. Pero mi hermana se pasó. Estaba aburrida, y no me apetecía ponerme en Facebook, así que salí. Fui a Starbucks a tomarme un cappuccino, o algo. Pero tenía calor, así que me cambié. Me puse unos shorts muy cortos con estampado de flores y una camiseta de los Sex Pistols. Iba flipando un poco por California, había chicos que me miraban. Sinceramente, estaba encantada. Llegué a la cafetería con una sed enorme. Estaba bastante lleno. Fui a la barra y pedí un cappuccino sin azúcar (se lo iba a poner yo al gusto). Me lo dieron, abrí la tapa y eché azúcar, mucho azúcar. Volví a poner la tapa y me iba cuando un tío se chocó conmigo y me lo tiró todo por encima.
-Me cago en la pu…-antes de acabar la frase levante la cabeza y era él, mi amor de la infancia-¡¡Jake!!-dije mientras le abrazaba
-¿Ci… Cindy? ¿Eres tú?
-Sí-dije mientras me separaba-Lo siento, te manché.
-Bah, no importa, ya estaba sucio. Es-está mi padre, y mi tío ¿los quieres ver?
-Claro-dije mientras me guiaba a la mesa donde estaban Alan y Charlie.
-Papá, tío Charlie, esta es Cindy. La niña con la que jugaba de pequeño.
-Oh, ¿Cindy de verdad eres tú?-dijo Alan mientras se levantaba a abrazarme-Como has crecido.
-Anda, es Cindy, la niña con la que te pusiste como una albondiguilla, ¿no Jake?-dijo Charlie con cierto tono irónico.
-Se amable tío-dijo Jake.
-¿Cómo estas Charlie? Tú alcohólico, viejo y putero-dije mientras me sentaba y sonreía.
-Me gusta esta chica-dijo él mientras se acomodaba- Dime, ¿qué haces aquí?
-Ah bueno, vine a vivir con mi padre.
-Dime Cindy, ¿co -como está tu madre?-dijo Alan con esa manera de tartamudear tan rara
-Bueno, bien. Creo que debería irme a limpiarme y eso…
-¿Te acompaño?-me dijo Jake, no podía negarme. Levanto los hombros y me sonrió con esa carita de niño.
-Claro.

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