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sábado, 23 de abril de 2011

Capítulo 1.//Hola, soy Cindy.

Hola, soy Cindy. Tengo 15 años. Pronto haré los 16. Soy bajita y muy rubia. Mis ojos son azules y adoro jugar a los juegos online. Sí, voy contra la naturaleza. Odio el chocolate, será por eso que estoy como un palillo. O al menos eso me dicen. Me gusta dormir y odio estudiar. Cuando era pequeña vivía en California, y ahora vivo en Florida. La verdad es que prefiero California. Mis padres están divorciados, y yo vivo con mi hermana y mi madre aquí. Mi padre vive en California. La verdad prefiero la vida lujosa de mi padre. Mi madre vive en un ático muy bonito, pero mi padre tiene una gran casa en California. La verdad, me gusta vivir en Florida... La gente es agradable. Y ahora soy más feliz que nunca porque tengo novio. Se llama Mike, aunque yo lo llamo Mad Mike. Sí, lo sé. Soy tonta, pero es gracioso. Mi borde hermana prefiere ir de ligues embez de tener novio.
-Un día normal en casa de mi madre (por la mañana)-
Llega mi madre y mientras yo estoy adormecida, me levanta un poco la persiana y se sienta en mi cama. Me acaricia la cara:
-Cielo, he hecho tortitas, si no apareces en la cocina en media hora, vendré con un cubo de agua fría- me apresuré, y mi madre se reía-Te veo luego cielo.
Ella no bromeaba, una vez lo hizo. Desde entonces, me doy prisa. Cuando ya estaba vestida me asomé a mi ventana grande y bonita. Odio la lluvia, así que si hay sol ese día estaré feliz. Bien, sol. Iba con unas mallas de leopardo verde, una camiseta de tirantesnegros y unas manoletinas negras con un gran lazo en medio. Cogí mi mochila con cuidado y vi que mi hermana todavía no se había levantado. Quedaban cinco minutos para las siete, decidi no despertarla. Así sería divertido ver como se moja. Cuando llegué había una montaña de tortitas con mucho sirope de chocolate y de fresa. Había también un poco de crema de cacahuete. La verdad, como muchííísimo, y mi hermana también, pero no engordamos. Mi madre igual. Se hicieron las siete y mi hermana bajó vestida y peinada. Creo que flipé. Al verme así se rió y me dijo:
-Tonta, ya estaba vestida, solo me quedaba peinarme. Pero me acosté un rato.
Me quedé un poco a cuadros. Pero comencé a comer. Acabé a las siete y media. Menudo empacho, pero Izzy acabó antes que yo y me esperaba en la puerta. Siempre que Izzy y yo vamos a clase pasamos por la playa y andamos por la arena. Lo adoro. Cuando Izzy y yo íbamos paseando por la arena:
-Cindy, tienes que dejar a Mike. No tenéis futuro.
-¿Pero qué dices Izzy? Mike y yo vamos a estar juntos para siempre.
-Cin, enserio, sé mi compañera de ligues. De verdad no te arrepentirás.
-Gracias por esforzarte, pero no. Estoy bien con mi novio.
Llegamos a clase. Fue un día normal. Pero la salida fue rara, vino mamá a buscarnos. Nunca lo hace.
-Hijas mías, vamos a comer a una hamburguesería.
-Bien, yuju…-dijo Izzy con tono irónico.
Era raro, parecía que mamá hubiera estado llorando. O a lo mejor su maquillaje nuevo le había irritado la cara. Llegamos al burguer, nos dejó elegir lo que quisiéramos. Cuando estábamos en la mesa parecía un poco nerviosa.
-Mamá, ¿qué te pasa? Llevas toda la comida así-le dije
-Cielos, me han…-comenzó a llorar- ¡me han quitado vuestra custodia! Tendréis que vivir con vuestro padre.

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