contador de visitas
contador de visitas

jueves, 19 de mayo de 2011

Un piercing en el corazón

-Gra… gracias papi. Te quiero.
Me fui. Pedazo actuación. Creo que debería plantearme eso de ser actriz. Salí de mi casa, iba a ir en skate. De repente apareció el chico de la BMX.
-Hombre, ¿cómo tú por aquí?-dijo él un poco molesto.
-Que te peten.
-¿Pero que te pasa?, tu te besastes con el otro-dijo cortandome el paso.
-Ah, ¿si? ¿Y qué hay de la Ousborne?
-Pues…, ella me lió, yo no quería enserio.
-Que-te-peten
Me fui. Llegué a clase. Enseguida vino conmigo Carlota. Estuvimos las primeras horas juntas. Antes de almorzar.
-Oye, ¿esta tarde te vienes a un bote?
-Va… vale, pero nunca he estado en uno. ¿Les digo a estas otras que vengan?
-Vale. Tranquila, si no quieres beber no bebas. Sabes, me voy a hacer un piercing.
-¿En serio? Qué fuerte.
-Sí… oye, lugo hablamos voy a coro.
-Espera, con el coro te vas a hacer poco popular.
-¿Y qué hago? Me gusta…
-Pues apúntate a astronomía, ahí va un chico muy guapo y popular, hazte su amiga.
-Si tu lo dices… Me voy, chao.
Me fui a coro. Realmente me gustaba de verdad, no quería desapuntarme. Por el camino vi a Jake con su novia. Me daba vergüenza pasar, porque era el sitio donde yo “le besé”. Tuve que dar toda la vuelta para llegar al auditorio. Llegué tarde.
-¿Dónde estabas? No podemos perder tiempo-dijo el profesor.
-Lo… lo siento.
-No importa… Estabamos hablando de GaGa.
-¿De Lady GaGa?
-Sí. Decíamos que no sabemos quién puede ser Lady GaGa. Nadie se parece tanto… Excepto tú.
-¿Yo?
-Sí-dijo Kurt levantandose-Cielo, tienes la delgadez y finura de Lady, y el pelo rubio de GaGa.
-¿Qué tiene que ver?
-No lo entiendes… Yo, por muy bien que cante, no puedo ser GaGa. Michelle, es pelirroja, y no tiene esa actitud destructiva, todos los demás, tampoco valen. Solo tú.
-No sé si no lo entiendes, que no canto bien. ¿Lo pillas?
-Haber, Cindy, Kurt y Michelle se han propuesto voluntarios para darte clases-dijo el profesor.
-Y además el tío de tu amigo te pude ayudar-dijo Kurt otra vez
-¿Charlie? Ni hablar.
-Vamos Cin…-dijo él llevandome a un sitio un poco más privado-¿Crees que yo te he sugerido por que cantes bien? Es para llamar la atención, que esa tal Celeste se muerda de envidia por lo guay que eres.
-No se si no lo entiendes, NO SE CANTAR.
-Pronto sabrás.
Al final, me convenció. Me fui a almorzar. Jake estaba solo. Era mi opurtunidad. Iba a decirle de ir a acompañarme a hacerme el piercing.
-Hola Jeiky.
-Hey.
-¿Qué haces esta tarde?-dije incorporandome a su mesa.
-Pues… nada, creo.
-Vale, pues le vas a decir a tu padre que esta tarde te vienes conmigo. ¿Este fin de semana estás con tu tío no?
-Emm… sí. ¿A dónde iremos?
-Pues… primero me acompañarás a hacerme un piercing.
-¿¡Un piercing!?
-Shhh… calla. Luego iremos de botellón.
-Emm… pues, vale.
-¿Sí? ¿Te parece bien?
-Claro, además ahora que viene Celeste aquí casi ni te veo. Ya era hora-dijo sonriendome.
-Vaaaleee-dije embelesada. Casi se me cae la baba de no ser por que Kurt vino y me llevó con él, dejando a Jake con Edwin y otros amigos suyos.
-¿Qué te pasa cariño? ¿Traigo una fregona o qué?
-No no no. Estoy bien.
-Bueno, ¿qué es del piercing?
-Ah, sí que me dejan, esta tarde voy con Jake, después nos vemos en el centro, al botellón.
-Vale, cielo, y ahora ve con él otra vez, pero cuidado con las babas-dijo yéndose y dejándome con la palabra en la boca.
Iba a volver, pero me encontré con Anna, una compañera de mi gupillo. Muy maja. Estuve con ella hasta que se acabó el descanso del almuerzo. Después me atreví a entrar al aula de astronomía. Y sí, hay un tío que me puso burra nada más entrar. Era el más listo. Cuando se acabó la clase se acercó a mi.
-Hola, ¿tú eres la nueva no?
-Sí
-Soy Max, encantado.
-Oh, yo soy Cindy-dije extendiendo mi mano a la vez que la suya. Quise entablar una conversación con él lo antes posible, pero Kurt irrumpió muy nervioso. Me hizo señas de que fuera, así que desgraciadamente tuve que despedirme de Max-Oye, lo siento, pero tengo que irme. Nos vemos mañana.
-Adiós, Cindy-dijo alargando la “n” y la “d”
Llegué a fuera, donde estaba Kurt. Enseguida él me cogió del brazo y me llevó a un rincón.
-¿¡Pero qué pasa!?-dije ya histérica.
-Hay… hay una noticia muuuuy dura.
-¿Qué pasa?-dije asustada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario