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jueves, 19 de mayo de 2011

Tanto alcohol, no es bueno.

-Hay…-tomó aire-Hay un chico que ha salido del armario.
-¿En serio?
-Sí
-¿Y quién es?
-Jim Thomas, del equipo de rugby.
-¡Qué fuerte! Si era un machito.
-Pues sí. Y me ha intentado besar, pero me aparté.
-¿Por qué? Si es el sueño de todo gay.
-Pues… yo…-se acercó a mi oido-Nunca he besado.
-¡¿Qué diceeeees?!
-Lo que oyes.
-Pues no sé por que no querías que él fuera el primero.
-Pues, no. Quiero que sea alguien más mejor. No sabría decirte chica.
-Pues yo tampoco sé, siempre pensé que los tíos (en este caso todos iguales) lo único que querían era meter la gamba.
-Emm… ¿qué dices?
-Nada, estoy con el rollo inteligente. Está bien esto de parecerlo mientras te mira el chico más guapo de tu última clase-dije saludando a Max.
No os he hablado de Max. Es un sol. Es alto, parece mayor, pelirrojo. Su pelo parece una zanahoria. Es delgaducho, no parece listo a simple vista. Oh, horror. Bueno no sé si es horror o no. Veía venir a Adam por la puerta. En este momento hay un lío de tíos en mi cabeza.
-Eh, Cindy-dijo al mismo tiempo que me vio y comenzó a correr hacia mi.
-Huoo…-intenté decir “Hola”, pero Adam me cogió y me llevó a fuera del instituto. No sabía qué pasaba. Llegamos a fuera y estaba su hermano y mi hermana esperandome en su moto. Aarón traia la bebida.
-¿Qué coño quieres que haga yo AQUÍ con esto?
-He puesto los diez pavos, ahora son tuyas. Si no las coges las dejaré aquí.
-Aaaaarg.
Mientras cogia las botellas en sus respectivas bolsas, Adam me ayudaba con los libros y alguna que otra bolsa.
-Gracias.
-De nada, a veces mi hermano es un cabronazo.
-En serio, no sé como agradecerte todo lo que me has ayudado.
-No es nada, de verdad.
-Sí, te voy a invitar esta tarde al botellón.
-Va… vale. ¿Dónde es?
-En el pinar. Luego te llamo. Hasta luego- dije apresurandome cogiendolo todo.
Entré en el instituto y meti las bolsas en mi taquilla, en la de Kurt, Michelle, Carlota… No entraban todas en la mia.
Llegó al fin la tarde. Me fui a casa de Jake. A esas horas seguro que su padre lo había traído ya de casa de su madre. Cuando llegué él ya estaba preparado. Yo llevaba una falda corta de color negro, un cinturon de tachuelas, una camiseta básica, pulseras, mis tacones blancos y me hice una trenza de espiga que caia sobre mi hombro izquierdo.
-¿Estas listo Jeiky?
-Uu, Jeiky. Ya utiliza nombrecillos-dijo su tío, en tono irónico.
-Ahorrate eso Charlie- dijo Alan mientras salía de la cocina-¿A dónde vais?
-A hacerla un piercing, luego por ahí. No vamos a beber… ni nada-añadió Jake, muy ocurrente por cierto.
-Ejem, si, a la tienda de tattoos. Luego saldremos unos cuantos amigos de cena por ahí-mentí.
-Aaam… ¿Un piercing? Chs… Qué cosas. Te has visto, con esa carita de niña, como vas a agujerearte la cara.
-Solo para combatir la popularidad de Ousborne.
-Ah, me parece ideal-dijo Charlie en serio mientras hacia un gesto para que se la chocara con el puño. Se la “choqué”
-No la animes Charlie, jovencita no me parece bien.
-Si ya lo sé, pero si a mi padre le parece ideal, tu no puedes hacer nada-dije esto mientras salia por la puerta con Jake delante.
-Toma ya-dijo Charlie una vez nosotros nos fuimos.
Fuimos a la tienda de tattos. El piercing no fue caro, lo que me salio caro fue que luego me decanté por hacerme un tatuaje.
-No, Cindy, no me parece bien-discutia Jake conmigo.
-Vamos Jeiky, enrollate.
-Pues si te duele no me puedes tocar para sentirte mejor.
-Aguantaré.
Preferí un tatuaje en el labio, en la parte interior donde no se ve. Mientras me hacia en tattoo y yo sufria, Jake me miraba de arriba a bajo, sin decir ni una palabra. Al acabar fuimos a la “fiesta”. Consegui que todos mis amigos se juntaran y se hicieran amigos entre ellos. Adam y yo compartiamos un cigarro, mientras el daba sus caladas iba con mis amigos. Sin mostrar preferencia. Cuando estaba super pedo, y casi todos también menos Anna y Michelle (que por cierto luego se hicieron muy amigas), comencé a hablar con Adam de cosas guarras. Vi a Jake que hablaba con alguien por telefono. Me acerqué a el.
-Heeeeeeeeey.
-Holaa-dijo él, un poco “turbulento”
-¿Con… con quién hablabas?
-Con mi tío, mi padre no está y me biene a buscar-dijo con una ligera risilla.
-Me parece bien… dile si me puede llevar.
-Emm… ha colgadooo.
-Chicos-dijo interrumpiendo Adam- Me tengo que ir, ha sido un placer hablar con tigo Cindy. Creo que podremos chingas-dijo riendose, se quedó muy solo-Era broma. Me voy-me dio un beso en la mejilla y se fue.
Paulatinamente todos se fueron yendo, hasta que Jake y yo nos quedamos solos. Él comenzó a marearse. Cuando llegó su tío poto enfrente de su coche.

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